Alx Veliz is an artist whose emergence comes at a great time in music – a time when dancing rules, where cultures embrace, and when optimism rides high. Alx Veliz brings an electrifying, synth-driven pop with Latin rhythm which calls to one’s heart. More than that, Dancing Kizomba is a declaration and a call to the dancefloor.
Alx Veliz and his music are products of the multicultural fabric of Toronto, a blend of histories, renewals, and currents. As he says, “in a society with various cultures, upbringing and dialects there is one thing we all have in common: love. I’ve always been a hopeless romantic so it was only right for the dominant theme in my music to be just that, love.”
Coming from a musical family (on his mother’s side, nearly everyone sings, plays, and writes), it was nearly predetermined that Alx Veliz would too find his artistic heart. That music would become a consuming passion asserted itself early and has never diminished. As a child, Veliz couldn’t sit in church, being inspired to sing and dance amid the pews. Years later, he naturally went on to lead the band at service. At age 10, he was writing music and rapping. Over the next couple of years, Veliz added the rhythmic fundamentals of bass and drums to his repertoire and went on to hone his skills as a producer while still a teen.
Kizomba(Angolan word for party) is the hottest dance craze in decades and is already predominant in every studio and club from Montreal to Moscow, Montevideo to Miami. Kizomba is a key component of a dance movement that began in Angola and is characterized by a slower and more romantic rhythm. This sexy form of dance has quickly spread and is making its’ way to the mainstream world. Alx Veliz’s soundtrack takes a cue from the trend and makes it a sensation. Dancing Kizomba is a narrative song, celebrating a man and woman falling in love via the beauty of dance.
Dancing Kizomba is a jam born in a traffic jam – that is to say that the gridlock of a major city provides space for Alx Veliz’s muse to visit him, songs beginning as voice notes while in the car. Veliz will say that when there’s nowhere to go, his creativity is set free. Kizomba then travelled to the Veliz’s studio, where the in-car demo expanded with added sounds and further Latin vibe.
Alx Veliz’s chief passions beyond music are soccer (he plays weekly and is involved with Futbol4life, a non-profit developing athletic and leadership skills in Colombia) and cooking. Cooking, he says, is an art that mirrors making music. As a chef, one works diligently to develop a signature flavor and, at some point, seeks out others to expand one’s dishes further. For Dancing Kizomba, Veliz also shared the kitchen with Montreal producer Medy Landia and together they mixed ingredients that are now served hot on the dancefloor.
This is an exciting year to be Alx Veliz. Combining his given talent with devotion to his craft, he’s raised his voice to where all can hear. He’s just cemented a worldwide recording deal with Universal Music and has set his sights on a global audience. Dancing Kizomba marks the thrilling tease of much more to come from this unique artist.
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Alx Veliz es un artista cuya aparición se produce en un gran momento en la música - un momento en que el baile se hace una regla, donde las culturas se abrazan, y cuando el optimismo cabalga alto. Alx Veliz trae una electrizante pop, impulsada por ritmos latino que llama al corazón. Más que eso, Bailar Kizomba es una declaración y una llamada a la pista de baile.
Alx Veliz y su música son productos del tejido multicultural de Toronto, una mezcla de historias y renovaciones. Como él dice: "en una sociedad con diversas culturas, educación y dialectos hay una sola cosa que todos tenemos en común: el amor. Yo siempre he sido un romántico empedernido así que era justo que el tema dominante en mi música es el amor."
Viniendo de una familia de músicos (en el lado de su madre, casi todo el mundo canta, toca, y escribe), era ya un punto predeterminado que Alx Veliz encontraría su corazón artístico. Que la música se convirtió en una pasión que consume su impuso sin disminuir. Cuando era niño, Veliz no podía sentarse en la iglesia, se inspiraba a cantar y bailar en medio de las bancas. Años más tarde, naturalmente, dirigió la banda en servicio. A los 10 años, comenzó a escribir música y rap. Mientras iba en desarrollo, Veliz añadió los fundamentos rítmicos de bajo y batería a su repertorio y pasó a perfeccionar sus habilidades como productor cuando todavía era un adolescente.
Kizomba(palabra usada en Angola refiriendo a una fiesta) es la nueva onda de danza que esta causando furia y ya dejando sus huellas en estudios de grabación y clubs desde Montreal a Mosco, a Montevideo y hasta Miami. Kizomba es un componente clave del movimiento de baile que comenzó en Angola y es caracterizado por sus ritmos mas suaves y románticos. Este sensual tipo de baile ha comenzado a difundirse por todo el mundo y ha llegado a norte américa.. La música de Alx Veliz se guía de estas influencias convirtiéndolo una sensación. Dancing Kizomba es una canción narrativa, que celebra a un hombre y una mujer enamorándose a través de la belleza de este baile tan romántico.
Dancing Kizomba nació en un atasco de tráfico - es decir que la paralización de una gran ciudad ofrece un espacio para la musa de Alx Veliz, sus canciones comienzan como notas de voz, mientras va en el coche. Veliz dirá que cuando no hay ningún lugar para ir, su creatividad es puesta en libertad. Luego, Kizomba, viajó al estudio de Veliz, donde su demo del auto se expandió con sonidos y más ambiente latino.
Una de las pasiones principales de Alx Veliz, más allá de la música, son el fútbol (toca semanalmente y está involucrado con Futbol4life, un desarrollo de las habilidades atléticas y de liderazgo en Colombia sin fines de lucro) y cocinar. Dice Veliz que la cocina, es un arte que refleja la creación de la música. Como chef, uno trabaja diligentemente para desarrollar un sabor y, en algún momento, busca a otros para ampliar los platos de uno. Para Bailar Kizomba, Veliz también compartió la cocina con Medy Landia, productores de Montreal, y juntos mezclaron los ingredientes que ahora se sirven caliente en la pista de baile.
Este es un año emocionante para Alx Veliz. Combinando su talento dado con devoción a su arte, él alzó la voz para que todos lo escucharan. Consolidó un contrato de grabación con Universal Music en todo el mundo y ha puesto sus miras en una audiencia global. Dancing Kizomba es solo la muestra de un artista único del cual vendrán muchas cosas más.